El faro diferente.
Julio Cesar Canobra:
“Ser farero es prácticamente que ser
una personalidad y es una tarea muy noble”.
P.D.A.I.I., esta vez, camino unos
metros más en la costa de Montevideo y llego al faro de Punta Brava, en la zona
de Punta Carretas, para conocer cómo se trabaja en un faro y obviamente, las
tareas inherentes a un farero, obviamente, encontrándome con un entrañable
funcionario, que la verdad desde 2019, me supo la vida entablar un canal de comunicación
y respeto, además de agradecimiento, por cómo me ayuda a seguir conociendo ese
Montevideo, que muchos no se animan o no quieren ahondar más y mejor para valoración
plena del Uruguay en su conjunto. Estoy orgulloso de Julio Canobra y su
familia, además del Servicio de Iluminación y Balizamiento de la Armada
Nacional, por permitirme valorar este momento, a continuación, les presento a
un farero de raza y fuste, el estimado Julio Cesar Canobra.
14/9/2020.
Por: Sebastián Morales
¿Contanos la génesis del Faro de Punta Brava?.
JCC: Para mí es un gusto recibirte Sebastián,
como el año pasado, primero que nada, al día de hoy, el faro tiene 144 años de
historia, ya que fue construido en el año 1876, con una altura de 15 metros y 22 sobre el nivel del mar y tiene un alcance
lumínico de 18 millas náuticas, esto lo que hace al navegante, no en actualidad,
pero si en el pasado, era una referencia para poder arribar a puerto muy
seguro.
¿Hasta cuánto es el nivel en kilómetros
que puede alcanzar la potencia del faro?.
JCC: Tiene un alcance aproximadamente
de 35 kilómetros y con visibilidad media es un lindo alcance, pero los faros de
la Isla de Flores y del Cerro de Montevideo, tienen más alcance que el nuestro,
valga la aclaración y para los navegantes, es una óptima referencia para llegar
al Puerto de Montevideo.
¿Contanos, como se dio tu incursión
en el faro y cuáles son las tareas inherentes a tu cargo?.
JCC:Yo llegué aquí en 2017, antes había
trabajado en los faros de José Ignacio, La Paloma y Cabo Polonio, tengo más de
20 años, trabajando en la Marina.
¿Qué se siente, trabajar como farero
de la Marina?.
JCC: Es un trabajo de mucha vocación y
requiere cierto cariño, mismo con este trabajo de farero, además me encanta
interactuar y enseñar a la gente, al turista
y mismo a los niños que visitan el faro y llegan pletóricos aquí y basta
verles los ojitos, o mismo cuando te dicen “usted es el farero?”.
Ser farero es prácticamente que ser
una personalidad y es una tarea muy noble.
¿Qué tareas desarrollas como farero,
para que el lector, tenga una noción?.
JCC: Basicamente, que la señal
funcione cuando este la puesta del sol, hasta el amanecer y que la señal nunca
falle, ya que es una referencia para el navegante, después tenemos una guardia
normal, que siempre custodia diariamente al igual que el mantenimiento, mismo
que las instalaciones, tienen más de 100 años y requiere una puesta a punto,
para su normal funcionamiento.
Las visitas, de momento están canceladas,
fruto de la pandemia, pero se están por aprobar los protocolos, mismo que hay gente
que quiere venir a subir y ser fiel testigo de las vistas sublimes que acarrea
un lugar tan emblemático como este desde la altura, pero aclaro que los menores
de 8 años, no pueden subir, por razones de seguridad, la entrada son $ 30 muy simbólica
y el faro, tiene 76 escalones además son 15 metros de altura, al subir las
escaleras, tienen forma de caracol y el último tramo de metal, bueno, allí se
asciende a la sala de funcionamiento del faro y se puede apreciar el mecanismo.
¿Cuál fue la experiencia más grata en
estos años como farero?.
JCC: Lo más grato que hay, es
conversar con la gente, es un aprendizaje que enriquece.
¿Cómo te describirías estructuralmente
Julio, mismo que tú sos del interior?.
JCC: Soy una persona muy común, no
soy diferente a nadie, soy curioso, respetuoso, en fin, simple.
¿La zona, en el mediano plazo, va a
tener cambios muy significativos, fruto mismo de una terminal fluvial de
pasajeros que se instalara aquí, además del puertito deportivo, como lo ves
desde tu óptica, en detrimento de potenciar el paisaje y el turismo?.
JCC: El paisaje, se va a modificar y
el cambio va a ser para bien, era
necesario un segundo puertito deportivo, ya que de aquí, sale alguna embarcación
deportiva y pesquera, la llegada de Buquebus, va a ser un agregado.
Yo quiero que le transmitas un
mensaje a la gente, para qué tome conciencia y valore la tarea de un farero, además
del faro que es Monumento histórico nacional.
JCC: El uruguayo, está cambiando y
valora mucho, mismo los días del patrimonio, el faro, fue declarado M.H.N, en
1976, por supuesto que también se valora la tarea de un farero, viene,
pregunta, conoce, aprende y disfruta, me pone muy contento.
Yo recomiendo que la gente se interiorice
y valore más a la Isla de Flores, además de visitar todos los faros existentes
en Uruguay y subir, además de apreciar el panorama visual paisajístico, realmente fascinante.
¿En las temporadas de verano, quien
priorizaba más en visitar el faro, era
el turismo interno o el extranjero?.
JCC: Yo vi gente de todos lados, máxime
en diciembre y enero, la predominancia es de los extranjeros, pero el uruguayo,
es muy variado y diverso, llegan aquí de todos los barrios.
¿Una puerta que se abre, son más que
mil palabras?.
JCC: Claro, no hay que tener miedo a
experimentar nuevas cosas.
¿Agradecimientos que quieras hacer?.
JCC:A ti Sebastián por habernos
visitado, a la institución, que me permite trabajar de esta manera, a todo el
servicio de iluminación y balizamiento, que me respeta y valora, a mis
compañeros de trabajo, que somos un gran equipo.
AGRADECIMIENTOS MIOS:
*JULIO CANOBRA Y FAMILIA.
*ARMADA NACIONAL.
*SERVICIO DE ILUMINACION Y
BALIZAMIENTO.
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