El centro
cultural integrador e inclusivo.
Gustavo
Zidan:
“Básicamente,
trabajamos para dialogar con el barrio”.
Gustavo, es
el Director del Centro cultural Goes, creado en 2012, este fue el camino e
impronta, que tomo el Barrio Goes para empezar e ponerse de pie, junto con
otros lugares.
P.D.A.I.I.trilla
y trilla, buscando conocer y difundir, lo que no te cuentan o te esconden en
muchos ámbitos.
Hoy llegamos
al barrio Goes.
A disfrutar.
12/10/10.
Por: Sebastián
Morales.
¿Cómo nació
el CCG?.
GZ:El CCG,
se funda en el año 2012, es un proyecto que está en el marco de fondos de
cooperación que son destinados a intervenir el barrio Goes, como por ejemplo el
Mam, o la plaza ubicada aquí en el entorno.Es decir, revitalizar todo.
En 2012, acá
en las instalaciones que estaban ubicadas las oficinas de la terminal, se arma
este espacio, que además tiene un edificio que convive y alberga el centro
cultural, la biblioteca"Horacio Quiroga” y el centro comunal número 3.El centro
cultural, pertenece a la dirección de artes y ciencias de la Intendencia y
cuenta con una sala de teatro y espectáculos, para 89 personas, sala de
exposiciones y 2 aulas.
A su vez, el
CCG, extiende su incidencia y su trabajo a la plaza, que ha tenido una reforma
importante, misma que la obra de la red de saneamiento Arteaga, tuvo un impacto
importante, pero no se ve porque era debajo de la plaza.
Las obras en
la plaza permitieron ahora tener un centro cultural integral y a cielo abierto,
con un escenario grande de 9 x 10, galería de fotos, esculturas de podestá y
Cabrera, espacios para juegos infantiles, una canchita de futbol-tenis, una
mesa de ping pong.
Esto es un
espacio de convivencia para vecinos y vecinas, que se empoderaron del lugar
para disfrutar, ya que quedo muy lindo, hasta para venir de noche.
Básicamente
trabajamos para dialogar con el barrio y de integrar al barrio con las
actividades que hacemos, por ejemplo en una grilla muy extensa de talleres que
son unos 15, que funcionan aquí, van desde yoga, taichí, artes plásticas, tango,
teatro, literatura, fotografía, pintura, caricaturas, etc.
Con una
participación importante de vecinos que concurren a estos talleres más la sala
de espectáculos, que está orientada a espectáculos de cine, teatro infantil y
también destaco el flujo de usuarios que tiene la biblioteca “Horacio Quiroga”.
¿De cuántos
usuarios estamos hablando en concreto?.
GZ:No
tenemos cuantificado, pero es muy importante, constante y fluido.
¿Básicamente
es de la zona o todo Montevideo?.
GZ: Mas del
barrio, mismo por la zona de influencia, pero no estamos cerrados a ningún
barrio de la ciudad.
¿Desde tu
óptica, como encontras a la zona de Goes hoy en día, pego un salto cualitativo
y cuantitativo?.
Gz: Yo soy
un “extranjero” en el barrio, no soy del barrio, llegué aquí y me enamore del
barrio.
¿Qué te
fascino del proyecto para revitalizar Goes?.
GZ: Me gusto
el proyecto y en lo que se focalizaba en concreto, yo soy Director de la Sala
Verdi, me pidieron que asumiera aquí de manera interina, me extendieron el
contrato y me divido entre la Sala Verdi y el CCG, sobre todo con los planes
para la plaza, la biblioteca, hasta la convivencia con el centro comunal y el
consejo vecinal, situados en el centro de la plaza.
Entonces una
forma de concebir el trabajo en el territorio.
Goes tiene
sus propias místicas, tiene su identidad, con instituciones emblemáticas, como
el caso del club de basquetbol Goes y la otrora sede de la I.A.S.A.en futbol,
que ahora ya no la tiene más aquí, los vecinos del club Aguada y la actividad
comercial del “barrio de los judíos “y mismo General Flores, son un eje
comercial importante, es un barrio con personalidad.
¿Cómo impacto
el covid en el CCG?.
GZ: Pego y
no quedamos exentos nosotros con la coyuntura desfavorable, estuvimos unos
meses cerrados, para reincorporarnos de a poco y que la gente recuperara las
certezas y erradicara el miedo, es un lugar muy bien sanitizado y cumplimos con
todos los protocolos, se puede venir tranquilo, esta bien limpio e higienizado,
además que está lindo e iluminado y la gente se va arrimando, incorporándose a
los talleres. La sala de espectáculos, la reabrimos con un aforo más pequeño,
de no más del 30 % de la capacidad y con el motor que es la cafetería.
¿Destacame
las ventajas de la cafetería?.
GZ: Es un
lugar de confluencia, de paso, venir a las actividades, tomarte un café, comer
RICO, esto es un proyecto familiar, con una propuesta de corte gastronómica artesanal
y tener mucho vínculo con la gente que viene a la plaza con las actividades.
Para
nosotros es muy importante la cafetería que está aquí y por suerte se pudo
reactivar.
La pandemia,
en una palabra nos pegó como a todo el país, pudimos levantarnos, como estábamos
antes, solo que con menos gente.
¿Destacame
un acontecimiento importante que haya sucedido en el CCG?.
GZ: Para mí,
el acontecimiento lo construye la propia gente, que se empodero del lugar, se
identifica y le encanta, es como su casas, mismo para venir a una exposición taller
o concierto, o mismo a ver películas, sobre todo la presencia de artistas y
hemos tenido programación internacional, compañías de Costa Rica, de España, es
un espacio de mucho disfrute, sobre todo de lectura o tomarse un rico café, además
de mirar una película.
¿Contanos
acerca de la olla popular, que un conjunto de trabajadores del CCG, con algunos
talleristas, alumnos y vecinos del barrio, llevan adelante los días sábado?.
GZ: Hace 15 sábados,
que llevamos adelante esta olla popular, que surgió cuando se instaló la
pandemia en Uruguay, ya que hay gente que perdió el trabajo, disminuyeron sus
ingresos y para nosotros el tema alimentario es básico.
Con hambre
no se puede vivir, la comida es de todos y hacemos el esfuerzo que está a
nuestro alcance, para darle una mano a la gente, que la pasa mal y estamos sólidos,
recibimos mucho apoyo de la gente, donaciones de toda magnitud y
lamentablemente hay mucha demanda, por suerte podemos dar una mano.
¿Cuántas porciones
se otorgan todos los sábados?.
GZ: Unas
aproximadamente entre 150 a 180 porciones, cumpliendo con todo el equilibrio
nutricional, la calidad, con las proteínas, verduras y carne, los cuidados, a
la hora de preparar y servir, sobre todo con la higiene, además nos
interiorizamos de cómo está su situación.
Ahora se
plegaron los trabajadores del comunal, para realizar relevamientos y poder
elaborar alimentos y asistir en sus casas o donar alguna canasta.
¿En
concreto, que necesitarían y como puede hacer llegar la gente las donaciones?.
GZ: Lo que
quieran traer, lo pueden traer a la cafetería de lunes a sábados, la olla esta
los sábados desde las 16:30 horas y se muda al local de en frente donde la
hacemos, por lo general, la gente viene entre semana y deja allí lo que quiera,
por ejemplo, verduras, lentejas, fideos, aceite, salsa de tomate, arroz, eso
hace la composición de una olla con los valores nutricionales básicos.
¿Agradecimientos
o pedidos?.
GZ:
Agradesco a todos los que aportan con su trabajo y empeño al crecimiento y
desarrollo de este lugar.
Gracias a ti
por el espacio.
¿Las vías de
contacto?.
Face: https://www.facebook.com/CentroCulturalTerminalGoes
Twitter: https://twitter.com/CCTerminalGoes
Instagram: https://www.instagram.com/centroculturalterminalgoes/
Web: https://culturalgoes.montevideo.gub.uy/
Agradecimientos
míos: A todo EL CENTRO CULTURAL GOES.
Biografía
del Barrio Goes:
El origen del barrio iba a derivar del traslado de la
feria de productos agrícolas y ganaderos desde la plaza Cagancha a la plaza
Sarandí, decretado por el gobierno de Gabriel Antonio Pereira en 1856. Diez
años después, el gobierno del Gral. Venancio Flores obtuvo de los hermanos
Guerra la cesión de amplios terrenos para trasladar a la plaza del Sarandí el
Mercado de Frutos, que se inauguró al finalizar el año 1866.
Por resolución del 20 de diciembre
de 1866 se denominó Camino de Goes al hasta entonces conocido como al Cerrito o
a La Figurita, uno de los caminos de entrada a Montevideo.
En el libro Geografía del
departamento de Montevideo, publicado en 1898 por Julián O. Miranda, afirma
este autor que el Camino de la Cuchilla Grande, o de Juan de Toledo, nacía en
Maroñas, pasaba por Piedras Blancas, y siguiendo en gran parte el curso de la
Cuchilla Grande entraba al departamento de Canelones, después de cruzar el
arroyo Toledo.
Una de las antiguas denominaciones
derivaba de su cruce por un viejo comercio existente desde comienzos del siglo
XIX en la esquina formada por las actuales avenidas Gral. Flores y Gral.
Garibaldi. Y su nuevo nombre –Goes, desde 1866– evocaba a los hermanos Goes,
Scipión y Vicente, quienes según Ruy Díaz de Guzmán introdujeron a Asunción
desde San Vicente, Brasil, un toro y siete vacas, que con su multiplicación y
otros aportes, a lo largo del tiempo, inauguraron la ganadería del Río de la
Plata.
El origen del barrio iba a derivar
del traslado de la feria de productos agrícolas y ganaderos desde la plaza
Cagancha a la plaza Sarandí, decretado por el gobierno de Gabriel Antonio
Pereira en 1856. Diez años después, en 1866, el gobierno del Gral. Venancio
Flores obtuvo de los hermanos Guerra la cesión de amplios terrenos para
trasladar el Mercado de Frutos a la plaza del Sarandí. Al finalizar ese año se
inauguró en el nuevo emplazamiento el Mercado de Frutos, que englobaba en su
seno a la Plaza de Carretas, cuyos límites coincidían con el trazado de las
actuales calles José L. Terra, por el Este; Marcelino Sosa, por el Oeste;
Yatay, por el Sur; e Isidoro de María, por el Norte.
Alrededor de la plaza-feria
denominada General Flores surgieron modestos pero abundantes locales. En ellos
se alojaban pulperías, almacenes, fondas, corralones y barracas de acopio.
Predominaban las casas de material sobre los ranchos. Dice el Dr. Juan Carlos
Patrón en sus amenas crónicas anecdóticas e histórico-costumbristas sobre el
barrio Goes, que de las tres pulperías en poco tiempo instaladas alrededor de
la plaza, la preferida era la del Gaucho, fundada antes de 1870, donde hoy se
cruzan General Flores y Yatay. El cronista evoca, con vigorosos trazos, el
ámbito edilicio y social de aquella antigua plaza-feria: "Alrededor del
cuadrilátero inicial pronto se construyeron edificios rudimentarios aunque
imprescindibles para atender las necesidades de la plaza. Barracas para
resguardar los frutos del país de las inclemencias naturales: agua, viento y
ladrones. Y también de las pacíficas pero terriblemente glotonas palomas que no
se conformaban con los granos de trigo o maíz desparramados en las cargas y
descargas, y con sus picos atravesaban la arpillera de las bolsas. Fondas y
posadas para comida y cama de troperos y carreteros. Corralones para protección
de bueyes y caballos, sobre todo en invierno. Pulperías para diversión nocturna
de los que habían trabajado de sol a sol. El patacón quemaba en el bolsillo.
Mientras corrían los vasos de vino, caña y ginebra, los payadores campesinos
rivalizaban con los cantores compadritos del suburbio montevideano. Y muchas
veces el contrapunto terminaba en duelo criollo dentro del círculo inmóvil que
formaban los espectadores respetuosos. Y nunca faltaba quien cubriera la mueca
de la muerte en la cara del vencido con el luto piadoso de un gacho
negro".
Pero el camino de Goes conserva la
huella de innumerables episodios de la vida militar de nuestra ciudad. En
efecto: por él se retiraron las fuerzas de Vigodet, derrotadas por el Gral.
José Rondeau en el Cerrito, en la mañana del 12 de diciembre de 1812, buscando
amparo tras las murallas de la ciudad.
A partir de febrero de 1843, mes en
que el ejército del Gral. Manuel Oribe puso sitio a Montevideo, dicho camino
fue vía de ir y venir de las tropas y de episodios bélicos como el de la muerte
del coronel Marcelino Sosa, caído el 8 de febrero de 1844 en un lugar cercano a
la playa de la Aguada, luego desaparecida a consecuencia de las obras de
construcción del puerto de Montevideo.
El 20 de febrero de 1865, el Gral.
Venancio Flores, culminando la que llamara Cruzada Libertadora, entró al frente
de sus tropas por el viejo camino "de la Figurita".
Fuente:Intendencia de Montevideo.
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